Que cascada tan fuerte e incontenible de sentimientos
Se rebosan tras ese caudaloso y hermoso momento
Que sin esperarlo, logró mantener a flote estos recuerdos
Que sin respeto a nada, ni a ningún precepto
Dejo que inunden mis pensamientos
No nos esperaba nadie, ni teníamos que cumplir algo
tampoco traíamos compañía, o íbamos retrasados
era nuestro tiempo, casi eterno, pero a la vez, vago…
que sin tener demarcación alguna, era terriblemente limitado…
Así, con el contacto de nuestras manos, de nuestros labios
De nuestros ojos entreabiertos, que sin mirar… sentían
Los dos, nos sentíamos libres, libres de ser cada uno lo que el otro pedía y quería
deseosos, incontrolables, apasionados, irrespetuosos, atrevidos
Las copas de alcohol eran mieles mezcladas entre nuestras lenguas
Las manos torpes pero decididas, tocaban todo nuestro cuerpo sin parar
Recorrían cada uno de nuestras prendas queriéndolas rasgar
Para quemarse entre el sudor de nuestras pieles como hirviente agua
Que recuerdos tan intensos, tan profundos… inexpresables
Que aún, con el mayor esfuerzo, y estas pocas frases
no logran siquiera transmitir una leve sensación, ni acercarse
al interior de estos sentimientos y sensaciones ardientes e irracionales
Pero se han ido… y trato de entender, culparme o buscar razones…
Pero qué razones, si no se trata de razones ni explicaciones
Sólo tozudos como yo continúan en esas meditaciones…
Sobre irracionales… ahhh
Irracionales, irracionales, irracionales…
Nosotros?, ella? Yo?
nuestras intenciones rebosadas de sentir…
Tal vez irracional todo…
lo es, el solo intento éste de escribir
Algo que jamás se volverá a repetir
Porque si de nuevo ocurriera…
estoy seguro que no lo relataría si quiera
y me entregaría totalmente, sin más…
… y jamás, pero jamás…
dejaría de nuevo, que ella…se fuera...